Nuestra Reina se ha vuelto occitana. Por descuido o confesión previa, que lo mismo da, sabíamos que entre sus aficiones juveniles, esas que cada día van quedando más lejos, figura la escritura de piezas líricas, pero no podríamos asegurar si sus versos han sido compuestos en clave íntima o hermética. Pero nunca, jamás, sospechamos que un buen día se presentaría en las Cinco Llagas, con el vicario mediante, vestida a la manera de Don Mendo para dedicarle a la oposición -con la que tiene un acuerdo para ir en una embajada petitoria a llorar a Moncloa-, y especialmente a Teresa Rodríguez, la portavoz de Podemos, coplas desafinadas de cariño cortesano; al principio sincero y esforzado, después, ma non troppo.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
Deja una respuesta