Sostiene el gran G.K. Chesterton, que además de un infalible creador de frases preclaras es una de nuestras preferencias literarias particulares, básicamente por su enorme talento para el ingenio paradójico, que lo más increíble de los milagros es que ocurren. Suceden aunque unos los consideren obras divinas y otros los atribuyamos al azar, esa noria que gobierna nuestra existencia. En política acostumbra a decirse que las casualidades no existen y que los errores de un gobernante se deben a “problemas de comunicación”. Dos justificaciones clásicas. También son dos piadosas formas de autoengaño: un milagro es un milagro y un desacierto, se cuente como se cuente, no atenúa sus efectos nocivos sobre los demás. Las palabras importan. El PP del Sur, que disfruta de una mayoría absolutísima en Andalucía y se ha convertido en el espejo donde poder calibrar el supuesto efecto Feijóo y testar su aspiración de alcanzar la Moncloa dentro de un año, lleva diciendo desde 2019, justo a partir del día en que Moreno Bonilla estrenó su trono, que en la autonomía del Mediodía se vive un “milagro económico”.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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