No es por nada, pero contemplamos -no diremos que asombrados- un elocuente proceso de mímesis cruzada entre los antiguos fieles ejecutores del difunto peronismo rociero y los nuevos nombres del tripartito de derechas. Al Reverendísimo Bonilla se le está poniendo cada día que pasa más cara de Su Peronísima. Y al contrario. El cambio (de cromos) en la Marisma ha sido sustituido por un reformismo conformista que consiste en quitar a algunos para poner a otros y, ante la duda o la falta de opciones, dejarlo todo absolutamente como está. De Cs no cabía esperar demasiado: tras años de colaboracionismo, el portavoz de los naranjitos, Sergio Romero, entonó esta semana un airado discurso sobre los pecados capitales del susanato. ¡Qué descubrimiento, puchas, qué descubrimiento! En la biblia también se condena la hipocresía, pero de esto las huestes del Adelantado Marín no dicen niente. Será porque antes de pronunciarse necesitan pedirle permiso a Garicano.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
Deja una respuesta