Una megalografía es una inmensa pintura, generalmente mural, que adornaba las villas y los salones de la aristocracia de Roma con escenas históricas y mitológicas. Su función consistía en representar las aspiraciones de grandeur de la dinastía correspondiente. Sólo los patricios elegidos podían permitirse habitar entre estas insignes estampas artísticas, haciendo creer a sus invitados, y probablemente también a sí mismos, que su fortuna no era un suceso pasajero, sino algo perdurable. Eterno. Si tuviéramos que representar la situación política de Andalucía un año después de la victoria (parlamentaria) de las tres derechas, el símil pictórico más exacto sería una de ellas: La rendición de Breda, de Velázquez, donde la victoria de la monarquía de los Austrias frente a la casa de Orange se inmortaliza por vez primera prescindiendo de la humillación de los derrotados, tan propia de los litigios de armas.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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