En El desvío a Santiago (Siruela), el soberbio libro de viajes que el escritor holandés Cees Nooteboom escribió sobre la geografía y la cultura española con el pretexto de realizar una peregrinación (protestante) a Compostela, al describir su fascinación por nuestro país, escribe: “España es brutal, anárquica, egocéntrica, cruel; está dispuesta a ponerse la soga al cuello por disparates, es caótica, sueña, es irracional. Conquistó el mundo y no supo qué hacer con él”. No encontramos descripción más exacta de lo que, en términos generales, porque cada individuo es diferente, somos. Nooteboom arribó por vez primera a la Península Ibérica con sólo veinte años. En 1953. Venía de Italia, seducido por la potencia vitalista del Mediterráneo, y al llegar, además de conocer el sol bíblico, sufrió una decepción: “La lengua parecía dura, el paisaje árido, la vida tosca. España no fluía, no era agradable, de alguna obstinada manera era vieja e intocable”.
Los Aguafuertes en Crónica Global.