Thomas Carlyle (1795-1881), que estudió a fondo la génesis y los efectos de la revolución francesa y escribió después un excelente tratado sobre los héroes en la cultura occidental, sostenía que el asombro es la base de la adoración. La piedra rosetta que nos ayuda a leer la historia de los grandes imperios. Los dioses primitivos exigían a sus fieles una sumisión de naturaleza incondicional, igual que los siervos medievales debían su vida y su existencia social al beso (envenenado) de su señor. Los antiguos monarcas jamás aparecían ante su corte sin los atributos del poder: la corona, el cetro y la espada, exigencias establecidas en la iura regalia. El hábito, sin duda, construye al monje. Vestir sotana es consustancial al simbolismo que desean encarnar los clérigos. El uniforme, además del uso de las armas, es lo que identifica en todas partes a un ejército.
Las Disidencias en Letra Global.