Todos ustedes deberían saber, queridos indígenas, y si no fuera así es que están fuera de juego, que el Quietista Espadas (Joan) nació en Sevilla en vez de en Bilbao. Pero, como la Fortuna, que es una diosa harto generosa, otorga sus virtudes a quien las merece, el senador (en Cortes) y jefe de los socialistas en la Marisma puede, sin haber nacido en ninguna de las famosas siete calles de la ría del Nervión, patria de Unamuno, decidir su procedencia y destino como si fuera uno más de esos hijos (preclaros) de la urbe vasca. Y así, sin más, a nadie debería causar asombro la noticia que todos hemos leído en las gacetillas y cuyo titular reza así: “Espadas intenta reactivar su papel de oposición en Andalucía con un gobierno alternativo inspirado en la estrategia de Salvador Illa en Cataluña”. La cosa es grossa, como dicen los argentinos.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.