Las grandes revoluciones culturales, en sus comienzos, son como un castillo de naipes. Basta con que se ponga en duda su trascendencia antes de que su arquitectura se asiente sobre el terreno para que el edificio que prometen se venga abajo. En el caso de la Inteligencia Artificial, desarrollada como la última fase del cambio social que ha provocado internet, es suficiente con interrumpir la corriente eléctrica para regresar, en segundos, al Medievo. Y, sin embargo, un coro de profetas, desde sabios a documentados ignorantes, pronostican que las máquinas inteligentes son el próximo eslabón (artificial) de la agonizante especie humana, que sustituirán al homo sapiens y lo convertirán en otra criatura: el hombre post-humanizado. ¿Hablan de un futuro lejano? En absoluto. Todos se refieren a un presente en el que la ciencia-ficción ha dejado de ser una fábula para convertirse en periodismo.
Las Disidencias en Letra Global.