El filósofo Arthur Schopenhauer decía que el ruido es la más importante de todas las formas posibles de interrupción. La entronización (sin primarias) de la vicepresidenta María Jesús Montero al frente del PSOE en el Sur, sin abandonar sus cargos estatales y orgánicos, en una inaudita concentración de poder que favorece el conflicto de intereses entre lo público y lo particular, busca justamente hacer cierta esta máxima. Desde que Montero fuese designada por Pedro Sánchez para salvar los muebles electorales en Andalucía, el nivel de decibelios se ha incrementado de forma notable en la gran autonomía del Sur. Nos referimos, claro está, al estrecho ámbito político. La sociedad andaluza, en general, ni participa de las ansiedades de los políticos ni está tampoco pendiente de las estrategias de los partidos para elevar al máximo la tensión atmosférica, ya sea a modo de preludio de un posible adelanto de las generales o como un ensayo anticipado de unos comicios regionales.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.