Abelardo Linares contra José Luis García Martín. O viceversa. Un poeta frente al editor que publica sus libros. Un librero (de viejo), el señor del millón de libros, instalado en el Sur de España, discutiendo con un poeta e intelectual de provincias que habita en el Norte. Dos viejos amigos nacidos en los años cincuenta que, a veces, parecen enemigos íntimos por aquello de que no existe nada más conflictivo que las relaciones de familia, donde el roce quizá favorezca primero el cariño, pero también deja abierta las puertas la discordia; en este caso, irónica, cultural y civilizada. Todo esto se ha vertido in media res en un libro que se llama Duelo al sol, una controversia literaria (Renacimiento) y que pertenece a ese género, relativamente extraño dentro de las letras españolas, de las conversaciones y diatribas artísticas, animadas por la voluntad (compartida) de no dejar las cosas pasar y responder, con palabras, las armas de la esgrima verbal, a los ataques cruzados, sin miedo ni al qué dirán los otros ni a lo que el rival responderá. Una obra dialogada sobre las discordias del gusto.
Las Disidencias en Letra Global.
