“La vida es corta, largo es el conocimiento”. La frase de Hipócrates, padre de la medicina, encierra una contradicción: vivimos un tiempo demasiado escaso en comparación con todo el que necesitaríamos para digerir la sabiduría que a lo largo de su historia ha atesorado el ser humano gracias a la experiencia, la observación, la inteligencia y el estudio. Aunque creamos saber muchas cosas, la mayor parte de nuestra estrecha existencia navega por un inmenso océano de ignorancia. Especialmente en lo que se refiere al suceso más trascendente de nuestra existencia, que es a la vez su antónimo: la muerte. La certeza esencial que, según explica Fernando Savater en su Diccionario de Filosofía, nos convierte en seres humanos, por delante de la razón y del lenguaje.
Las Disidencias en Letra Global.
