Suele decirse que cada uno cuenta la feria en función de cómo le va, lo que presupone que sin resultado cierto no hay feria buena, lo mismo que no existe negocio sin beneficio. Tal certeza destroza el lugar común, que afirma que para divertirse lo importante son las ganas, no la cartera. Depende del vicio. La etimología, desde luego, es clara: una cosa es el ocio, otra el negocio.
La Noria del sábado en El Mundo.
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