El gran Escohotado, al que seguimos echando mucho de menos, después de haber regresado con cierto espíritu dadaísta a sus ingenuidades juveniles, y haber hecho con ellas un examen de conciencia inusual dentro de su generación, que siempre se creyó la elegida por los dioses, dejó escrito que para triunfar dentro del sistema capitalista –que es el único capaz de crear riqueza, aunque sea a costa de desigualdades– son necesarios dos requisitos: la suerte y un cierto grado de eficacia. Lo que funciona en la economía, no rige para la política española, donde este domingo se vota el poder local, provincial y una parte del territorial. Madrid, que sólo concibe la complejidad de la ecuación española como un mero refrendo a su condición de capital, extendiendo así sus particulares guerras de influencia al resto del país, plantea este 28M como una inevitable primera vuelta de las generales de diciembre. Los verdaderos contendientes no serían tanto los candidatos de regiones y ayuntamientos cuanto Sánchez y Feijóo. Los asuntos locales, muy similares en todos sitios, han estado bastante ausentes de esta campaña. Básicamente porque los puentes de mando de todas las fuerzas políticas –grandes, medianas y pequeñas– los desconocen por completo. Soberanamente.
Los Aguafuertes en Crónica Global.