Flaubert escribió: «Sin fanatismo no se hace nada grande». Algunos se lo han tomado al pie de la letra. Y vienen aplicándolo, sin anestesia, a la Semana Santa, donde la grandeza no debería residir en la cantidad ni en la vehemencia, sino en la mesura, que es la condición de todos los ritos sagrados.
La Noria del lunes en El Mundo.
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