Los hechos son sagrados y las opiniones, libres. Esta vieja ley del periodismo moderno, nacida en un momento en el que este oficio, últimamente devastado, parecía ser capaz de enunciar una teoría propia sobre sí mismo, que es lo que hacen las artes que han alcanzado el punto exacto de madurez, no rige en el ámbito sagrado de la memoria. Recordamos lo que queremos, incluso aunque no nos propongamos tal cosa; nos olvidamos (piadosamente) del resto y así vamos destilando el licor de nuestra vida, como quien cultiva vino. Odres nuevos para caldos y alcoholes antiguos. Manuel Vicent (1936), el escritor español que más ha hecho por mantener encendida la llama del saber vivir de los clásicos, ha abordado este ejercicio de selección existencial en Una historia particular (Alfaguara), un libro de estampas y postrimerías que llega a las librerías como una recapitulación de instantes, experiencias y, por extensión, una crónica lateral de la España que discurre desde la posguerra hasta el presente.
Las Disidencias en The Objective.