Que la Historia no se repite, pero tiende inevitablemente a la rima, que no es sino una más de las distintas formas artísticas de la recurrencia –“History doesn’t repeat itself, but it often rhymes”– lo dejó dicho Mark Twain, periodista, escritor y consumado humorista norteamericano que, entre otros hallazgos de ingenio, definió al hombre como “el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir”. Cabría añadir que la raza humana incurre sin descanso en otra repetición: librar guerras. De las batallas antiguas nace la épica –la primera forma narrativa– y el culto a los héroes. También crean los imperios. Ninguna conquista de la Historia ha sido pacífica, incluyendo, por supuesto, todas aquellas que adoptan la máscara de las rendiciones por anticipado.
Las Disidencias en The Objective.
