Existe la teoría, que en los periódicos de antes tenía el nombre de serpiente de verano, de que la llegada de Sánchez a la Moncloa en una de esas extrañas carambolas del destino, paradójicamente profetizada en su momento por Pablo Iglesias, está sirviendo para rebajar la tensión en Cataluña tras el fracasado prusés independentista. Como argumento de un relato cómico, la tesis no tiene precio; más remoto es que refleje la realidad. Esto es: que sea verosímil. Va de suyo que el Ejecutivo del hombre de la mochila, convertido ahora en el macho alfa de las gafas de sol en vuelo ejecutivo, alimenta dicho argumentario para presentar como cierto lo que sólo es vaga esperanza.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global
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