Los tiempos cambian. El momento estelar de la historia parlamentaria andaluza, si dejamos de lado el célebre pleno de la risa, era -hasta ahora- el que protagonizó Pepe Caballos, líder natural del PSOE sevillano. Tras una intervención en contra del PP se vino arriba y proclamó desde el atril: «Me duelen las manos de repartir». Por decoro, omitimos el objeto directo.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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