El periodismo, al que suele adjudicársele la condición de primer borrador de la Historia, tiene en ocasiones la extraña capacidad de convertirse en la Historia misma. No es frecuente, pero la escritura de periódicos, de naturaleza fugaz y pasajera, a veces es capaz de condensar la atmósfera de un momento exacto en el tiempo gracias la utilización de recursos vulgares que, precisamente por poseer dicha naturaleza y condición –la vida es prosaica; la muerte, la abstracción total–, otorgan cuerpo a un pasado que el paso del tiempo y el entusiasmo de los biógrafos acostumbran a amplificar, en general sin motivo. Ya se sabe: el arte no depende sólo de la voluntad del artista. Requiere talento y ese milagro que consiste en transformar lo que es banal en algo extraordinario. Esto es lo que hace el magnífico libro que Amarillo Editora, un sello joven comandado por Ester Vallejo, editora que antes ha sido librera, acaba de publicar con casi una treintena de las entrevistas (muchas de ellas colosales) que Ana María Moix (1947-2014) hizo a comienzos de la década de los setenta a personajes culturales de la Barcelona de hace medio siglo. Todas publicadas en Tele/eXprés, un periódico nacido a mediados de los sesenta y el primero de capital privado (era propiedad de la familia Godó, editora de La Vanguardia) que se publicó en la Ciudad Condal después de la Guerra Civil. El Tele fue uno de los intentos de dar cabida en la prensa –hipotecada por el absurdo diktat de la censura franquista– a las aspiraciones de cambio social.
Las Disidencias en Letra Global.