El poder suele creerse eterno. Y legisla como si lo fuera. Uno de los aspectos más llamativos del hundimiento de Zoido, que ahora es un simple concejal después de haber sido el alcalde con más ediles de la historia, es el que afecta al reparto de los haberes que le corresponden como oposición. Como es cuestión de dineros, se presupone que es de mal gusto mencionarla. Justo por eso resulta pertinente.
La Noria del sábado en El Mundo.
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