La España oficial sostiene que hemos salido de la crisis. El país real todavía la padece. En algunos casos extremos, como sucede en el ámbito del periodismo, con idéntica o mayor virulencia que antes. Sin final cierto. Los grandes quebrantos sociales surgidos del colapso de la economía se han enquistado. La dualización sociológica es un hecho silenciado en el plano mediático por las interminables guerras indígenas del soberanismo catalán, los casos de corrupción, la desaparición de menores, el maltrato a las mujeres y otros males mayores que ensombrecen el calendario. Tenemos los servicios públicos en una situación calamitosa, las arcas patrimoniales quebradas, las pensiones son una absoluta ficción y las autonomías, en lugar de contribuir a un proyecto común, hacen la guerra por su cuenta, practicando además un victimismo infantil. El malestar general sigue siendo la nota dominante.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
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