El Premio Nacional de Historia, otorgado este año a la filóloga catalana Anna Maria Caballé Masforroll (Hospitalet de Llobregat, 1954), tiene algo de falsa anomalía. De entrada, porque es una estudiosa de la literatura –no una académica de historiografía– quien lo consigue. Y, de salida, porque el libro en cuestión que ha merecido el galardón –Concepción Arenal. La caminante y su sombra (Taurus)– es la biografía secreta de una mujer (pionera del feminismo) narrada por otra mujer que defiende abiertamente el valor de la crítica literaria feminista, una de las escuelas de interpretación del arte que Harold Bloom, el último animal mitológico de esta disciplina, incluyó dentro de sus famosas escuelas de resentimiento. Ambas cuestiones, que para unos pueden ser excelentes, y para otros inquietantes, se entienden mejor si se analizan los hechos ciertos con detenimiento.
Las Disidencias en #LetraGlobal.
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