El agotador ciclo electoral que comenzó en diciembre, con el adelanto de las elecciones en Andalucía, donde por primera vez se evidenció que la llegada de Vox a las instituciones era imparable y también se vislumbró la posibilidad (que en el Sur terminó convirtiéndose en realidad) de una alianza entre las derechas, se cerró hace unas horas con la confluencia de los comicios locales, autonómicos y europeos. Cada uno con una lógica distinta y condicionantes propios. En términos generales, sin entrar en la casuística de cada sitio, esta segunda vuelta de las generales parece consolidar el efecto Sánchez que, desde la interinidad de la moción de censura que hace un año lo llevó a la Moncloa contra todo pronóstico, ha logrado ser la lista más votada en los comicios estatales, permanecer en la Moncloa e imponerse holgadamente en la pelea por la hegemonía territorial. Todo un éxito.
Los Aguafuertes en Crónica Global.
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