Mark Twain decía que para escribir un discurso improvisado son necesarias tres semanas. Menos tiempo es una temeridad. Para hacer política el plazo requerido debería ser superior: la retórica es inofensiva; pero las decisiones que afectan a la vida y a la hacienda de las personas son más delicadas.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo