Los socialistas celebraron ayer la coronación parlamentaria de Susana Díaz en un ambiente que recordaba a una boda, o a cualquier comunión, más que a un acto civil. Es la segunda conmemoración en cuatro días, de donde se deduce, por si a los diputados de C’s todavía les quedan dudas, que en el PSOE están muy felices. Demasiado. Tanto como para convertir las Cinco Llagas en una réplica de los casinos de Miami, donde no hay traje que no lleve brillos, las corbatas más discretas son rosa chicle y cualquier indígena cree ser la reencarnación de Alejandro Magno.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.
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