El escándalo por la supuesta utilización irregular de las bases de datos de Facebook para organizar campañas sucias de propaganda política, revelado por The New York Times, ha hecho perder un diez por ciento del valor de sus títulos bursátiles a la compañía de Menlo Park en apenas unos días, aunque las últimas noticias apuntan a una paulatina recuperación de su precio. Los centros de poder político y económico mundial están en alerta tras el suceso, que encabeza la agenda política mundial y esta semana copa la portada de The Economist. La compañía liderada por Mark Zuckerberg se encuentra sumida en lo que los expertos en comunicación llaman una crisis de reputación. En juego hay mucho dinero –probablemente demasiado– y el uso fraudulento de datos particulares con fines espurios.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
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