Todo ha sido consumado. Asombrosamente, con la misma estrategia que usó el peronismo en la Argentina de los años 40, cuando el régimen decidió regularizar el estamento judicial para que respondiera a los divinos designios del justicialismo convocando vacantes y procediendo al correspondiente juego de peones. Frente a quien proclamaba como dogma supremo el populismo social, la independencia de los jueces sobraba.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.
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