El evangelio del Santo Emprendimiento, que es una de las religiones menores de nuestros días, donde el único dios verdadero continúa siendo el oro del becerro bíblico, incluye entre su decálogo de mandamientos principales la obligación de hacer una profesión de fe expresa en favor de eso que en inglés se denomina networking y los periodistas toda la vida hemos llamado la agenda. O sea, los contactos. En la vida moderna, y sospechamos que también pasaba en la antigua, no basta con hacer cosas. Es necesario conocer gente. Mucha gente. Y, a ser posible, que sea gente dispuesta a pagar por nuestros servicios, productos, tiempo y alma, dependiendo de cuáles sean sus necesidades y nuestro grado de entrega.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
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