Que el 28M sea la víspera del Lunes de Pentecostés, la fecha en la que el Vaticano celebra el descenso del Espíritu Santo a la Tierra, termina la Pascua Granada, culmina el tiempo litúrgico y los indígenas sacan en procesión por las arenas a la Reina de la Marisma, es más bello que la Victoria de Samotracia, como proclamó Filippo Tommaso Marinetti, poeta fascista,en el primer manifiesto futurista. Estas elecciones locales certifican un tiempo que, si no es exactamente nuevo, ya no cabe duda de que será distinto. Las dudas han desaparecido. La niebla se ha esfumado del perfil de las montañas orientales y, en Andalucía occidental, los ejércitos vencidos huyen, rota la formación, por un páramo trágicamente shakespeareano. La primera vista que se contempla desde la torre del vigía parece un cuadro de El Bosco sobre un fondo de color azul tibio.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.