No hay nada como ver actuar a un converso para reparar en las mentiras (interesadas) de la religión. Todas las aspiraciones reformistas del PP –en la oposición– mudaron nada más poner el pie en el Quirinale. ¿Auditorías? ¿Qué es eso? Nada nuevo, por supuesto: cuatro años largos llevamos asistiendo al banquete de escabeche que un día sí, y otro también, organiza San Telmo a mayor gloria del Gran Laurel. La sinfonía de imposturas, sin embargo, lejos de atenuarse con la absolutísima, no cesa. La concordia del morenismo es un fake: consiste en sonreír y, por debajo, hacer todo aquello que se criticaba al PSOE, cuya decadencia, en una sociedad clientelar, sólo se explica porque ya no pueden repartir trigo, aunque intenten seguir predicando (en el desierto).
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.