La sinceridad debería ser un mérito en política. Pero, como vivimos en una sociedad esencialmente hipócrita, se valora como un defecto. Claro que una cosa es ser franco y otra, distinta, es convertirse en un perfecto desahogado. Miguel Ángel Heredia, jefe de los socialistas malagueños, encaja a la perfección dentro de este último grupo: no es que diga lo que piensa, que sería lo honesto, es que no piensa demasiado lo que dice. La cosa es peor. Aunque también tiene sus ventajas: probablemente esta circunstancia explique su condición de comisario del peronismo rociero© en el grupo del PSOE en el Congreso.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
Carlos Yáñez-Barnuevo dice
Lo del COPYright al «Peronismo rociero» es bueno! ©©©