Dedicar un tiempo a examinar las cuentas del presidente de Andalucía en las redes sociales, una tarea que no está pagada, permite indagar en los nuevos usos y costumbres de nuestra clase política. Esto es: el famoso relato. Mensajes que son resultado de una estrategia evidente –caer bien– aunque desde el punto de vista de su contenido sean discutibles, inexactos, parciales o impostados. No importa. Si la propaganda, que existe desde los sofistas, perdura es porque, aunque nos parezca increíble, debe ser verosímil para la mayoría social. Auden decía que consiste en un monólogo que no espera respuesta, sino que persigue un acto: el voto. De esto se trata. La política posmoderna desprecia la verdad y busca convertir en ciertas sus fantasmagorías. Nuestros políticos ya no gestionan nada.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
