Algunas patologías contemporáneas, sobre todo las políticas, se contagian con una asombrosa promiscuidad y logran convertir en irrelevante el origen mismo de su calamidad. Conviene, sin embargo, estar atentos al lugar y al tiempo –ambos, factores concretos– en el que brotan las epidemias: dan señales de su naturaleza destructiva, incluso íntima, y sirven como augurio de lo que nos espera a la vuelta de la esquina. En el caso de la plataforma de comunismo zen de Sor Yolanda del Ferrol –Sumar, ya disponible en AppleStore y Google Play para tu dispositivo progresista– el punto de partida no es Galicia, donde, por cierto, retratan a la vicepresidenta del Governo como una sonriente traidora, sino la Marisma (universal). Sí, señor. Cada uno de los pasos que, con bastante retraso, está dando Díaz los hemos visto antes –¡y de qué manera!– en la República Indígena.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.