Se atribuye a Rafael Guerra, Guerrita, un torero cordobés que ejerció entre finales del XIX y principios del XX, y que ha pasado a la historia por su condición de filósofo pedestre más que por sus dotes para la lidia, una frase –mítica– que, como tantas otras en Andalucía, adquiere su significado real mediante la exageración: «Lo que no puede ser, no puede ser; y además es imposible». No se puede decir más en menos. Lo pensaba este sábado tras leer las crónicas del último comité federal del PSOE, aunque quizás sería más exacto referirnos al Partido Unipersonal de Sánchez I, el Insomne, porque el PSOE ha desaparecido, igual que murieron los dinosaurios. En este cónclave el presidente del Gobierno, enfundado en sus vaqueros pitillo, proclamaba ante su grey que «el diálogo en Cataluña» –léase las negociaciones con el independentismo– no va a provocar ningún «perjuicio» a otras comunidades autónomas.
Los Aguafuertes en Crónica Global.
Deja una respuesta