Que abril, como escribió en un verso célebre T.S. Eliot, es el mes más cruel, parece una verdad indiscutible. Especialmente para Manuel Chaves y José Antonio Griñán, los anteriores presidentes de Andalucía que, junto a una veintena de altos cargos socialistas, se sientan desde hace ya tres meses en el banquillo de los acusados en la macrocausa de los ERE. Tras semanas de ver desfilar a sus antiguos subordinados, que aún les guardan un respeto atávico, como suele ocurrir en las sociedades meridionales, el miércoles le tocó declarar ante la autoridad judicial a Griñán. Probablemente hoy lunes empiece a hacerlo Chaves.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
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