La leyenda cuenta que cuando Javier de Burgos, natural de Motril, trazó las fronteras internas de España, que son las provincias, calculó sus límites por la duración de un viaje de un día a caballo. Otras tesis señalan, con embeleso, que su inspiración fueron los primitivos senderos de los reyes hispánicos. Viene a dar lo mismo, igual que la discusión sobre si su origen está en la Constitución liberal (ma non troppo) de Cádiz, donde el liberalismo ya sólo es una forma de freír pescado. En la historia hay antecedentes para cualquier cosa.
La Noria del sábado en El Mundo.
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