Todo está inventado y, al mismo tiempo, se encuentra a punto de suceder. La Historia se repite con una obstinación categórica, pero rara vez ocurre de manera idéntica. Las coincidencias entre pasado y presente tienen la forma de una disonancia. No son iguales, pero se parecen mucho. Hasta el punto de que en el pretérito podemos encontrar –en un contexto distinto y con actores dispares– episodios equivalentes a los que vivimos en la hora contemporánea. La degeneración de las actuales democracias occidentales, propiciada por factores intrínsecos, y aceleradas gracias a fenómenos exteriores, tiene su reflejo pavoroso en las causas y azares que en su momento provocaron la transformación de la Roma republicana en la mayor de las autocracias del Mundo Antiguo: el régimen imperial que dominó el Mediterráneo y, en cierto sentido, ha sobrevivido hasta ahora gracias a una institución como la Iglesia católica.
Las Disidencias en #LetraGlobal.
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