Borges, que comenzó escribiendo poemas en los que exaltaba a su estirpe familiar, poblada de supuestos héroes de las guerras de la independencia argentina, pero a la hora de la verdad eligió Suiza como última morada, dejó escrito que la patria es un acto perpetuo. Tal parece ser en Cataluña, donde Iceta, el líder del PSC, ha mostrado las cartas marcadas de su campaña electoral para atraerse los votos del nacionalismo moderado, suponiendo que tal posición política exista tras la división social provocada por el difunto prusés. El candidato socialista, al que algunos adjudican una supuesta maniobra para presidir la Generalitat merced a una hipotética alianza con ERC y los comunes, que sería presentada como una vuelta parcial al redil de los republicanos, ha reclamado la condonación de parte de la deuda de Cataluña (52.499 millones de euros) y la creación de un sistema de cupo fiscal, aunque sin llamarlo por este nombre, que permitiría al Govern recaudar todos los tributos de su territorio.
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