Fue Marguerite Yourcenar, la escritora francesa, quien puso en boca del emperador Adriano una frase tan inquietante como exacta: la verdad siempre es un escándalo. Podemos aplicarla sin esfuerzo a los episodios con los que ha comenzado el curso político en Andalucía, convertida en una República Indígena donde la democracia sólo es la proyección ficticia del peronismo rociero. Como la lucidez conduce inevitablemente al pesimismo, empezaremos diciendo que la certeza, ahora general, de que Ella tiene alergia a la democracia para nosotros no es un descubrimiento, sino la confirmación de un augurio temprano.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.
Deja una respuesta