A la espera de que se resuelva –como sea– la investidura de Mr. Handsome, y mientras en el Quirinale el habitual coro de pescados que rodea al Reverendísimo digiere lo que, gracias a su intuición natural, el Gran Laurel ya ha entendido mucho mejor que nadie –a saber: que la magia termina algún día–, no está de más (porque sería estar de menos) apuntar que, junto a los graves estragos sociales y económicos que ya está causando la sequía, nuestro particular Armagedón, el nuevo curso político indígena va a estar marcado a partir de septiembre por la guerra (sin cuartel) sobre la financiación autonómica. La Marisma tiene mucho que decir en este asunto que Chiqui I de la Marisma –en su condición de ministra de Hacienda y futura jefa de la tribu socialista si se inviste de nuevo al sanchismo– acaba de resucitar con un rostro enorme, mayúsculo.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.