Los grandes descubrimientos acontecen de forma inesperada. De improviso. Por lo general suceden mientras estamos haciendo otra cosa. De pronto se produce el inesperado hallazgo –o su apariencia– y surge la pregunta: ¿esto tiene sentido? En una época en la que se publica bastante más de lo que se lee y todo el mundo cree ser capaz no ya de escribir un libro, sino de escribir, reconforta encontrar, aunque sea en un viejo y soberbio escritor decimonónico, la llama que ha alumbrado desde el origen de los tiempos los secretos de la literatura.
Las Disidencias del martes en #LetraGlobal
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