El gran Luis Nieto, que es el mejor crítico taurino que han visto los tiempos pasados y verán los venideros, por delante incluso de Cossío, entre otras razones porque su dicionario de términos taurinos (Espasa, 2004) contiene 5.180 vocablos sobre el arte y las distintas suertes de la lidia –3.480 palabras más que la enciclopedia del tratadista vallisoletano–, definía a los sobreros como los toros (o novillos) de más que van a la plaza para ser toreados en caso de que las reses del cartel resulten inadecuadas para el festejo. A los sobreros se les lidia si es necesario; en caso contrario, son devueltos al rebaño, enviados al matadero o derivados a una plaza secundaria. El símil nos ayuda, cien días después de llegar a la Alcaldía de la capital de la Marisma, a entender la personalidad de El Otro Sanz, que, tras ganar las elecciones municipales sin mayoría suficiente, en tres meses ha dado ya la medida de su tamaño político.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.