Mi admiradísimo Roberto Arlt, soberbio periodista atorrante, escribió que el poder consiste en engañar a los desgraciados y hacer temblar a la gente que tiene sirvientes y automóviles de gran cilindrada. Pese a las apariencias, no son colectivos distintos, sino complementarios y, en ocasiones, idénticos.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.
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