Decíamos ayer, a la manera de Fray Luis, que el optimismo que mueve al gobierno municipal de Sevilla, que sigue pensando que dirige una agencia de viajes en vez de un Ayuntamiento, la primera empresa de las ciudades que no tienen empresas, es superlativo. Hasta el punto de querer ver un bosque de felicidad donde sólo encontramos desgracias. A Espadas siempre habrá que agradecerle el milagro de haber sacado -con ayuda ajena- a Zoido de una Alcaldía que nunca debió ocupar, pero ni una sola cosa más. Su gestión no ha pasado de ser una medianía amable. Insuficiente para Sevilla, cuyos problemas sociales, laborales y sanitarios no se corresponden ni con las prioridades oficiales ni con las decisiones municipales.
La Noria del miércoles en elmundo.es
Deja una respuesta