La historia oficial la escriben los historiadores; la real, los seres anónimos. Unamuno acuñó el concepto de la intrahistoria para referirse a la existencia pedestre que sirve de decorado a los episodios categóricos de una época. Una corriente de la investigación histórica moderna denomina vida cotidiana a los hechos sociales que, por debajo de la historia con mayúsculas, desvelan los valores y muestran las costumbres de un tiempo y un lugar. Todas cuentan básicamente lo mismo: hechos. Pero lo hacen de forma diferente. La literatura, en cuanto ejercicio de ficción, no está sujeta a la verdad. De hecho, miente constantemente para relatar otra certeza: la verdad subjetiva.
Las Disidencias del martes en #LetraGlobal
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