El susanato se repite más que la publicidad en streaming. Quizás porque, en el fondo, sólo es un anuncio rayado. El mismo disco, seguido del mismo corte comercial, da como resultado el hastío cósmico habitual. Nos entran ganas de escapar en un cohete hacia las estrellas. Ni en las ocasiones más trascendentales, aunque para el peronismo rociero la trascendencia resida en cada paso que su reina da sobre la arena sagrada de la marisma, los socialistas meridionales son capaces de cambiar su viejo hit autonómico, que reproducen en un bucle infinito y casi se diría que patológico. El sonido nos llega ahora en formato digital, pero tiene los ecos de un círculo de pizarra negra. Del famoso tiempo nuevo ya no deben ni acordarse.
Las Crónicas Indígenas del viernes en El Mundo.
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