El Insomne Sánchez, que tras el espectáculo (lamentable) de esta semana en el Congreso para enmendar lo que no tiene enmienda –la famosa ley del sólo sí es sí (igual que antes)–, debe dormir menos que nunca, descenderá –a la manera imperial– este viernes a Huelva, donde los socialistas indígenas celebran, a ochenta días para las elecciones locales, un cónclave político municipal. Es la tercera visita solemne del presidente del Gobierno a la Marisma, tras encarnarse previamente en los actos oficiales de presentación (es un decir) de los candidatos del PSOE a las alcaldías de Sevilla, Muñoz (Antonio) y Málaga, Pérez (Daniel). En la primera plaza la incógnita sobre quién ganará sigue pendiente de un margen tan exiguo que, según relatan los expertos en sondeos, puede ocurrir cualquier cosa. Desde el susto o muerte de un Halloween (en mayo) a ambas cosas al mismo tiempo, sin descartar un milagro. En la capital de la Costa del Sol, en cambio, el signo demoscópico no hace temer al Quirinale ningún revés. Todo lo contrario: Málaga seguirá siendo el Delfos del Gran Escabeche.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.