“Mi padre, que era un hombre reservado y oscuro, me explicó de pequeño algunas cosas que después han marcado mi vida. Me dijo: “Donde quiera que estés, ten siempre preparada una pequeña maleta con tu equipaje; recuerda siempre dónde está la puerta; nunca tengas miedo a volver a empezar otra vez, nunca; hacerlo es un extraordinario privilegio”. Ésta es la ley que rige ahora mi vida: si tengo que marcharme, no importa, sé que mi hogar es mi máquina de escribir. Si me permiten tenerla es como si poseyera un pasaporte: no tengo miedo; si tengo que cambiar de país aprenderé una nueva lengua y esta experiencia que me hará más rico”. En este frase, pronunciada por George Steiner (1929-2020), se condensa la extraordinaria capacidad que tiene la cultura –ese magma que nos explica– para guiar nuestra existencia, especialmente cuando se carece –por supuesto, no era su caso– de conocimientos académicos.
Las Disidencias en #LetraGlobal.
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