Era cuestión de tiempo que, una vez que el Constitucional ha revisado las condenas por el caso ERE, impugnando las sentencias del Supremo y enmendándose a sí mismo, acogido a una interpretación abstracta que la ley que desprecia las evidencias fácticas –el dinero de los ERE se administró de forma arbitraria y fue origen de una trama de corrupción institucional con independencia del sitio donde se establezca el perímetro de responsabilidad penal (la moral es indiscutible)–, los patriarcas socialistas, líderes históricos de una familia que durante una década ha guardado las distancias con respecto a sus figuras después de que cayeran en desgracia, sacrificando de esta forma la lealtad en favor de la voluntad de supervivencia, reivindicasen con orgullo no sólo su proceder, sino todo su legado político. Al completo. Dicho y hecho: el expresidente de la Junta, Manuel Chaves, convocó ayer jueves en la sede oficial del PSOE andaluz –en la céntrica calle San Vicente de Sevilla, su antiguo dominio– una rueda de prensa para proclamar su honorabilidad y tildar la causa judicial –sentenciada por cerca de veinte jueces distintos de todas las instancias a lo largo del proceso previo a la intervención del Constitucional– como una “cacería política” auspiciada por el PP. Hacer otra cosa diferente habría sido una incoherencia.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.