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Literatura

Camba, cronista en Cortes

carlosmarmol · 19 agosto, 2018 · Deja un comentario

Julio Camba ya es lo que siempre quiso ser. O, al menos, aquello a lo que aspiró convertirse, aunque sólo fuera a ratos: el personaje único de su literatura. Tal consagración, sin embargo, no está exenta de costes. El más evidente: que te recuerden durante toda una eternidad como el último misántropo del Hotel Palace, a sueldo del financiero Juan March, más que como un escritor rabiosamente independiente. Camba fue estas dos cosas, pero en edades distintas. Al final de su vida fue conocido como columnista de la prensa conservadora; mucho antes ejerció como un joven e indocumentado anarquista que, tras embarcarse como polizón en dirección al Gran Buenos Aires, a su regreso, dos años más tarde, aún ambicionaba participar en la inminente revolución libertaria que nunca llegó. Un perfecto burgués con espíritu incendiario. Un revolucionario que terminó entusiasmando a las solteronas católicas. Ninguna de estas dos imágenes, ambas ciertas, definen por completo a Camba, cuyo carácter fue tan dual como guadianesca resultó su carrera literaria.

Las Disidencias del martes en #LetraGlobal.

Tom Wolfe, el bisonte blanco

carlosmarmol · 12 agosto, 2018 · Deja un comentario

En periodismo​, que es una de las formas de la literatura prosaica, no hay más que dos géneros: la entrevista y la crónica. Todos lo demás, incluso el celebérrimo reportaje, que no es más que una crónica extensa y profunda, son variaciones sobre estas dos formas básicas de contar historias. No hay más. Si acaso, menos: porque una entrevista, en el fondo, no es más que el artificio retórico que se construye con una parte del material de trabajo de una buena crónica, un género tan flexible y abierto como en su momento fue la novela, cuya relevancia social –a pesar de ser todavía el corazón de la industria editorial– es bastante relativa. Esto explica que la muerte de Tom Wolfe (Virginia, 1931-New York, 2018), el padre del nuevo periodismo, que en realidad no era tal, se haya leído en clave de endecha generacional. Ya saben: un sinfín de artículos de ilustres colegas, unos más brillantes que otros, elogiando las extraordinarias cualidades periodísticas de Wolfe, el maestro ecuménico.

Las Disidencias del martes en #LetraGlobal

Genette, el astronauta de la retórica

carlosmarmol · 4 agosto, 2018 · Deja un comentario

Los filósofos de la literatura​ son unos tipos extraños. Hablan en jerga, inventan taxonomías y consumen los escasos sesos disponibles (suyos y ajenos) en intentar definir (siempre por aproximación) ese arcano que los antiguos llamaban poesía y nosotros conocemos con el vulgar nombre de literatura. Además, no se puede decir que tengan éxito: cada nuevo libro que se publica sobre poética, disciplina conocida académicamente como teoría de la literatura, comienza indefectiblemente asumiendo la imposibilidad de la misión que se proponen. Visto lo cual, quienes eligen dedicarse a esta cuestión o están locos o son sencillamente unos desequilibrados. Gérard Genette, el pensador francés que la pasada semana puso el punto final a la gran novela de su vida con 87 años, no era lo primero ni tampoco lo segundo. Podríamos definirlo más bien como un sabio extraño que consumió el tiempo del que dispuso en la Tierra tratando de encontrar respuestas al misterio de lo literario. Una labor cuestionable desde el punto de vista práctico –es innecesario saber en qué consiste la literatura para apreciarla– pero que, como todos los saberes inútiles, nos enseña a pensar sin muletas intelectuales. Y nos hace mejores.

Las Disidencias del martes en #LetraGlobal

Clarín, en los suburbios del Parnaso

carlosmarmol · 28 julio, 2018 · Deja un comentario

Los periodistas sabemos de antemano que nuestro destino no es el Monte Parnaso, el imaginario hogar de los grandes poetas clásicos. Lo nuestro, si hay suerte, es un humilde rincón del Infierno del Dante. Y a Dios gracias. Es lo que tiene lidiar todos los días con la cruda realidad: no hay tiempo disponible para los juegos líricos ni el cultivo de las flores extrañas. La cosa es ya, aquí, ahora. Sin tiempo y (casi) sin pensar. Y, sin embargo, en esa urgencia, propia de un oficio post-industrial que se desangra, reside la mayor eternidad que imaginarse pueda: la de lo inestable. El periodismo es una literatura​ milagrosamente perdurable que se basa en la fugacidad. Un género tan frágil como inequívocamente moderno, a cuya estirpe se acogen aquellos que saben que para aprender a escribir no hay más escuela que hacerlo un día tras otro, como un galeote. Y el único sitio en el que –antes– pagaban por perder tan divinamente el tiempo son los periódicos, donde la prosa entra con sangre.

Las Disidencias del martes el #LetraGlobal

Orwell, ocho décadas después del espanto

carlosmarmol · 22 julio, 2018 · Deja un comentario

La verdad de un escritor​ está en sus libros. Incluidos aquellos en los que, con la prerrogativa que otorga el arte de la ficción, miente, disimula, embellece o matiza su existencia. Todos los recursos de la enunciación retórica –que eso, en definitiva, es la literatura– no son suficientes para impedir que en algún momento la identidad de quien escribe salga a la luz a pesar de los camuflajes inherentes al oficio. En el caso de George Orwell esta norma es quizás aún más exacta. Aunque conviene comenzar con una advertencia para navegantes: el escritor británico no es ajeno al arte de la simulación. Baste reparar en que su nombre no era su nombre, sino un seudónimo inventado a partir de un juego de palabras que vincula al patrón oficial de Gran Bretaña –Saint George– con un río –el Orwell– que desemboca en el Mar del Norte. Eric Arthur Blair empezó su carrera literaria con una mentira que terminaría siendo verdad.

Las Disidencias del martes en #LetraGlobal.

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Ilustraciones: Daniel Rosell